Esta sesión nos ayudará a explorar cómo el ayuno nos lleva a una relación más íntima con Dios. Para ayunar, nos abstenemos de una o más partes de nuestra vida cotidiana a fin de aprovechar el tiempo para centrarnos en nuestra vida espiritual. El ayuno y la oración suelen ir juntos. ¿Qué es el Ayuno? El ayuno es una sumisión completa de nuestro cuerpo, mente y alma. Nos ayuda a tener una comunicación y una relación íntima con Dios. Es una poderosa herramienta para conectarnos con Dios. Nos ayuda a evitar las distracciones de este mundo, centrándonos en humillarnos ante Dios. La razón principal para ayunar es fortalecer la oración. Debemos ser conscientes de nuestros motivos para ayunar. Ayunar para obtener un estatus social más alto o porque creemos que Dios nos recompensará es un error. Daniel 1, Esdras 8:21-23, Zacarias 7:4-7 ¿Por qué debemos ayunar? Jesús asumió que sus seguidores ayunarían. Hay muchas razones para que un creyente ayune: para fortalecer la oración, tomar una decisión, detener las distracciones, o conseguir un gran avance en un desafío al que se enfrenta. El ayuno debe reflejar nuestra humildad y dependencia de Dios. 2 Samuel 12:16, Jonás 3:1-10, Isaías 58:1-8, Hechos 13:2, Hechos 14:23 ¿Cómo debemos ayunar? Jesús dio el ejemplo del ayuno y dio instrucciones específicas. Podemos aprender de Él. Podemos ayunar comida, tecnología, bebida, eventos sociales, pasatiempos y más El ayuno puede iniciarse por una circunstancia (Ester 4) El ayuno puede tener restricciones nutricionales (Daniel 1:8) Una persona puede ayunar individualmente o con un grupo de personas (Hechos 13:1-3), (Mateo 6:16-18)
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